A
Carolina Martínez, Javier Olmos, Javier Ocaña, Pablo López, Norberto Ortega y
Juan Porcel, por sus anotaciones y desinteresada colaboración.
A las entidades colaboradoras y a las personas que
físicamente las coordinan o regentan por su apoyo y por facilitarnos recursos
materiales para que este proyecto haya visto la luz.
A Eduardo Benítez, Enrique Bountolos
y Eduardo Benítez hijo, por su labor
fotográfica. A Javier Hernández, amigo y fotógrafo profesional, por sus
consejos, sugerencias y “trucos” a la hora de editar imágenes; gracias www.javifotografía.com, eres grande
A
los monitores, profesores y entrenadores del club de esquí Caja Granada que de
forma desinteresada ejercieron de modelos y demostradores para ilustrar los medios
y ejercicios de este manual: Andrés Arancibia, Ángel Calero, Severino
Fernández, Belén Martín, Guillermo Marzal, Manuel Quintana, Paloma Quintana, Susana
Romacho, Francisco Javier Suárez y Javier G. Sutil; y, especialmente, a Mario
F. Aguilera, Eduardo Benítez, Ignacio López-Cózar y David R. Rodas.
A
los monitores, profesores y entrenadores del club de esquí Caja Granada que de
forma desinteresada ejercieron de modelos y demostradores para ilustrar los medios
y ejercicios de este manual: Andrés Arancibia, Ángel Calero, Severino
Fernández, Belén Martín, Guillermo Marzal, Manuel Quintana, Paloma Quintana, Susana
Romacho, Francisco Javier Suárez y Javier G. Sutil; y, especialmente, a Mario
F. Aguilera, Eduardo Benítez, Ignacio López-Cózar y David R. Rodas.
A los miembros de los equipos de
competición del club Caja Granada, que también han colaborado como demostradores
en este manual: Surai García Martínez de Antoñana, Ángel Rodrigo González
Gutiérrez, Julián Gutiérrez Resentera, Julien Jéhanno Pérez y Alba Martínez
Serrano, y a sus padres por el consentimiento.
A Juan Luis Hernández, Eduardo Valenzuela,
Pablo Gómez, Javier Ocaña, Francisco Puentes y Olmo Hernán, por su
asesoramiento técnico y profesional.
En palabras de Daniel Navarro
(Dani), este manual es un homenaje a mi familia. A la biológica, especialmente
a mi Tía Eva, mi primera profesora de esquí; y a la “familia de la Sierra”, a
mis niños y mis niñas, a sus familiares, compañeros y compañeras del club y a
todos los amigos y amigas con los que durante todos estos años he compartido
tan gratos momentos. A pesar de encontrarme ahora lejos de las pistas, nunca os
olvidaré. Y a Irene, la persona que hace que todos los días sean especiales.
Gracias por tanto cuánto me das.
Para finalizar, en
palabras de Joaquín Benítez (Quino), agradecer a mi familia y mis amigos que
han creído y sufrido este proyecto; afortunadamente, después de tantos años por
el manto blanco, este círculo de amistades y conocidos es bastante amplio. Especial
mención a alguien que no solo ha sido en este proyecto asesor, fotógrafo y
taxista, sino que ha sido la persona que me metió el “gusanillo” de este mundo
del esquí y de quien aprendí prácticamente todo lo que soy hoy día ¡¡Gracias
papá!!